Estábamos
pensando en hablar en el artículo de esta tarde, de las últimas noticias de el
final tan agitado del mercado de fichajes, pero el partido de anoche entre los
Bulls y Los Heat, nos hizo pensar en cosas bastante más profundas que el simple
análisis del partido. Se generó entre nosotros el debate, de si es más
importante una buena plantilla, o un buen equipo, y es que pese a ser términos
muy similares albergan muchísimas diferencias.
- Plantilla: Relación ordenada por
categorías de los empleados de una oficina, empresa y en deporte de un equipo,
es decir el conjunto de jugadores, que componen un equipo.
- Equipo: Conjunto de personas que se
organizan con un objetivo común y unas directrices determinadas que todos
cumplen para alcanzar la meta propuesta.
Como ya hemos dicho son dos términos
similares pero la diferencia entre ambos es grande. Una buena plantilla no tiene
por qué ser un buen equipo, y un buen equipo no tiene que tener una buena
plantilla. El término que los separa, es uno que no aparece en la definición
del diccionario, y es el espíritu de sus jugadores, y su afán de llegar todos
al mismo puerto. En el caso que nos ocupa hoy podríamos decir que los Miami
Heat son una gran plantilla, y los Chicago Bulls, una buena plantilla, pero un
gran equipo.
Cuando en un equipo tres jugadores acaparan
los focos de una manera tan descarada como en Miami, el juego también es
acaparado por ellos. Son tres All-Star, que en cualquier equipo serían la
estrella sin lugar a dudas. La pregunta es, ¿ esto es suficiente para ganar el
anillo? En el partido de ayer, entre Lebron James, Dwyane Wade y Crish Bosh
anotaron 83 puntos de los 102 que en total anotó su equipo. Si solo nos fijamos
en estos datos, sería imposible pensar en otro equipo para ganar el anillo a
final de temporada, pero resulta que ya el año pasado, y esta año ya se verá no
les sirvió para lograrlo.
En lugar opuesto tenemos a unos Chicago
Bulls que ayer jugaban contra Miami sin
su estrella y máximo anotador. Pues bien, el resto de compañeros se
encargaron de suplir esta ausencia, y fueron seis jugadores los que pasaron de
los diez puntos. Esto nos demuestra que todos reman en la misma dirección, que
ninguno se preocupa por actuaciones individuales o records personales, y que la
victoria del equipo es el principal fin de su juego.
A lo largo de la historia, han sido muchas
las buenas plantillas, que por no saber controlar el ego de sus estrellas, o
por no repartir el protagonismo entre todos miembros de la misma, nunca han
llegado a ser grandes equipos, y han fracasado en sus intentos de ganar el
anillo. Sin embargo, otros equipos mucho más conjuntados, y a veces sin muchas
estrellas sí que lo han conseguido. ¿Qué sucederá este año? Todavía queda mucho
para aventurarse, así que no hay nada mejor que disfrutar con tranquilidad de
toda la NBA que nos queda.
by @betinamerica
No hay comentarios:
Publicar un comentario