Era el cuarto cuarto de un partido en el
que los Philadelphia Warriors ganaban con gran facilidad a los New York Knickerbockers,
en un partido más de los muchos que se juegan en la temporada regular. Hasta
ahí un partido más de la NBA, si no fuera porque el pivot del equipo local, iba
a batir el record de puntos anotados en un partido, que todavía perdura.
Wilton Norman "Wilt" Chamberlain, nacido en Philadelfia el 21 de agosto de 1936 siempre será
recordado como uno de los jugadores de baloncesto más dominantes de todos los
tiempos, por sus increíbles estadísticas
y por este record que batió hoy hace 50 años. Desde sus inicios en el instituto
y en la universidad, dominó todas las competiciones, gracias a su imponente
físico. Ya en la NBA fue nombrado MVP y Rookie del año a la vez, algo que solo
ha conseguido otro jugador, en toda la historia de la competición.
Este partido era un partido
más, sin ningun interes, hasta que Wilt, comenzó a encestar todo aquello que
tiraba. Anotó los primeros cinco primeros
tiros que intentó y finalizó el primer cuarto con 23 puntos en su haber y
habiendo anotado los nueve tiros libres que había intentado. El segundo cuarto empezó de la misma manera, con
Chamberlain imparable y con los Knicks desesperados por parar la que les estaba
cayendo encima, intentando llevarlo a la línea de tiros libres, lo que tampoco
les srivió pues Chamberlain tenía muy entrenada esa faceta del juego.
Llegó al descanso con 41 puntos, y en ese
momento fue cuando se fraguó el record. Para él era normal llegar con cifras
parecidas a la mitad del partido, pero sus compañeros vieron que la
superioridad era enorme, y decidieron pasarle todas las bolas posibles, para
ver cuántos puntos podía encestar. Así transcurrió el tercer cuarto, el cual
finalizó con 69 puntos. Los Knicks cambiaron de táctica, e intentaron que el
balón no le llegara, haciéndoles faltas a sus compañeros, pero esa noche era
inevitable que el gran pivot, encestara esos puntos. Cuando ya solo quedaban 46 segundos, al
sonido de "Dadsela a Wild", que era la cantinela que gritaba todo el
estadio, encestó la canasta que le permitía llegar a los 100 puntos, provocando
una invasión de la cancha.
Esta cifra nunca más ha sido alcanzada, y
dudamos mucho de que alguien lo pueda volver a hacer. Este partido quedará para
la historia, y aunque solo contamos con la narración radiofónica, tambien
tenemos el testimonio de aquellos que lo presenciaron, y esta foto del pivot de
Philadelphia, con el número 100 en un papel.
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