jueves, 14 de junio de 2012

Dos estilos, Un objetivo



    El Gran Momento ha llegado… y aquí están las Finales! Quizás a principios de temporada, todos podíamos fantasear con la posibilidad de este GENIAL duelo,sobre todo en lo referente al que empareja a LeBron James con Kevin Durant. Es curioso, pero desde que Michael Jordan, se enfrentó al Cartero Karl Malone, en aquellas Finales de la temporada 1996/1997 y también en las siguientes, no veíamos unas Finales de la NBA que enfrentasen al actual MVP de la Liga contra el máximo anotador.
  
 Pero… qué es lo que podemos esperar?. Qué nos deparan estas Finales?:


 Bueno, hay varias cosas claras. La primera de ellas es que el que gane, será coronado como nuevo REY DE LA NBA. La realidad es que tanto LeBron James como Kevin Durant están actualmente considerados como los dos mejores jugadores de la NBA, pero ninguno de ellos tiene un anillo aún. LeBron ha fracasado en sus 2 intentos hasta ahora, y Kevin por el contrario, con tan sólo 23 años, se enfrenta a su gran momento: sus primeras Finales de la NBA. Sabemos que a Durant no le tiembla nunca el pulso, que es uno de esos jugadores con los que la presión parece que no se atreve a jugar, por lo que su rendimiento para ellas parece estar fuera de toda duda. LeBron, por el contrario, se encuentra en una situación que ya le es familiar, pero a la vez distinta. El 3 veces MVP de la Liga es el mejor jugador de la misma, pero el anillo se le resiste. Contra San Antonio, cuando estaba en Cleveland, tuvo la excusa de la inexperiencia y de la edad, pero con Miami el año pasado no tuvo esa excusa, y unos fantásticos Mavs tiraron abajo la ilusión de los fans de los Heat y de LeBron en particular. LeBron sabe, pues él mismo lo ha dicho en un sinfín de ocasiones, que cada partido es una final para él. Esta aconstumbrado ya a que la prensa, ponga cada partido que juega como una gran final, por lo que esa presión no existe; existen otras, pero esta ya no.

 Sin duda, la espectacularidad del duelo entre LeBron James y Kevin Durant está garantizada… pero hay más. Sabemos que un jugador puede decidir un partido, pero que él sólo NO puede decidir un campeonato.


 Los dos equipos son verdaderos martillos en cuanto a la calidad de sus plantillas. Los Miami Heat cuentan con tres jugadores simplemente impresionantes, como son LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh, y además cuentan con la ayuda del sensacional pero volátil Mario Chalmers. También jugadores como Shane Battier pueden tener una gran importancia en estas Finales (Shane ya lo demostró en el 1º partido, con una sobresaliente actuación), o el incombustible Udonis Haslem, un jugador ya curtido en mil y una batallas que nunca se da por vencido. Pero la realidad de todo esto es que, le duela a quién le duela, Miami no juega a nada. Son un bloque formado por tres superclases, de los mejores en sus posiciones de toda la NBA, y que si tienen una buena noche, son capaces de hacerte 75- 80 puntos sólo entre los 3, por lo que si además cuentan con un buen partido de Chalmers ó de Shane Battier pueden matar a cualquiera, literalmente. Sii tienen una mala noche, de esas que Wade lleva teniendo casi todos los Playoffs,  pueden verse muy contra las cuerdas, a pesar del talento de estos tres jugones.


 Por otro lado llegan los Thunder!. Los OKC son un equipo joven, dinámico y cuyo juego siempre es considerado un lujo para la vista. Jugadores como Kevin Durant, el genial, pero imprevisible Russell Westbrook, genial como decimos, pero siempre voláti, con sus particulares creencias acerca de su superioridad indestructible), Serge Ibaka, con su prodigioso físico y su capacidad de anticipación, y como no, el genial James Harden, otro de los ídolos locales y mejor 6º hombre del año. Forman un bloque sólido, rápido, divertido, y, sobre todo, lleno de calidad. Otros jugadores importantes pueden ser, por ejemplo, el especialista defensivo Thabo Sefolosha, cuyos PO están siendo simplemente escandalosos en la defensa, alternándose a la perfección con Harden en la posición de escolta (e incluso jugando juntos cuando Harden le da descanso a Westbrook), e incluso el "gigante" de OKC, el siempre malhumorado Kendrick Perkins, quién, pese a sus limitaciones técnicas, e incluso físicas (no es un pivot particularmente alto, con 2,07 metros de altura), parece haber alcanzado un nivel "estable", lo cual no es poco dentro de este joven a la vez que compacto bloque.


    Como hemos dicho, los Heat llegan tras una temporada predecible. Todos sabemos que no son un equipo, y que los resultados están a merced del talento de estos tres mosqueteros que los de Miami han juntado para la conquista no sólo de 1 anillo, ni de 2 ni de 3, como LeBron dijo el día de la presentación, sino para construir una dinastía que pueda reinar año tras año en la NBA. Es cierto que el equipo consigue ganar partidos de manera relativamente fácil, pero nunca gracias a su gran juego, sino al gran talento de tres tipos capaces de lo mejor.


 Por otro lado, está el estilo de Oklahoma. Scott Brooks es un sensacional entrenador y lo está demostrando. Ha logrado formar un bloque en el que el viejo, es Kevin Durant con 23 años! Westbrook comparte edad y Harden tiene tan sólo 22 años, mientras que Ibaka también comparte edad con The Beard. Con todo esto, la veteranía de jugadores como Perkins, que ya tiene un anillo de campeón con Boston en 2008, ó la de Derek Fischer, antaño capitán de los Lakers, unido a la experiencia de jugadores como el batallador Nick Collison, Thabo Sefolosha y sus años en Chicago Bulls.


 Existe además otro gran factor: la pista. Sabemos de los dos pabellones. Miami, con su glamour y lujo habitual, exhibe su American Airlines con orgullo y dando muestras de su poderío, mientras que los Thunder esperan a sus rivales siempre ansiosos en su casi inexpugnable fortaleza: el Chesapeake Arena. Ambos pabellones son imponentes, pero frente al lujo del American Airlines de Miami, siempre lleno de famosos, nos encontramos con el ruidoso Chesapeake Arena. El pabellón de los Thunder está considerado como el más ruidoso de todos los pabellones de la NBA, y nadie puede negar que allí sí que se vive el baloncesto de verdad. El público se muestra apoyando al equipo desde el momento en el que pisan el recinto, y los jugadores se lo agradecen, como es habitual verles hacer en casi cada jugada, con Harden haciendo sus particulares juegos ante el público, ó Westbrook alzando los brazos al aire para aumentar los decibelios del Chesapeake. Al finalizar el 1º partido (con victoria de los Thunder), LeBron no dudó en decir en rueda de prensa que "este es el mejor estadio en el que yo he jugado. La organización de los Thunder puede sentirse orgullosa de tener esta afición. Es un lujo".


 Y para finalizar nos encontramos con los cerebros: sus dos entrenadores. Las diferencias entre Brooks y Spoelstra son muchas. De hecho, creo que sólo podemos decir que se aproximan en la edad de ambos, aunque Brooks es 5 años mayor que Spoelstra. Scott Brooks, de OKC, ha demostrado ser el perfecto cerebro para los jóvenes y ansiosos OKC. Jugadores como Durant ó Ibaka siempre han destacado el carácter de Brooks, siempre permisivo, pero lo suficientemente estricto como para que todos sus pupilos,incluso Westbrook, entiendan que su nave va en la misma dirección, y que sólo el sacrificio de todos les llevará al éxito del conjunto, como dijo en la rueda de prensa de las Finales de Conferencia ante los Spurs, a quienes eliminaron tras ganar cuatro partidos seguidos. Brooks es un hombre al que no le gusta acaparar toda la atención de los medios, y permite que sus chicos se explayen ante la prensa, pidiendo a cambio solo una cosa: sacrificio. Y sus chicos, de momento, han respondido a la perfección.


  Y luego nos encontramos a Eric Spoelstra, que desde la llegada de los 3 fantásticos a la ciudad de Miami (aunque Wade ya estaba), no lo ha tenido nada fácil. Su juventud, su inexperiencia pese a llevar en Miami desde 2008, y su falta de carácter, han hecho que dominar a ese vestuario se convierta en su gran talón de Aquiles. No nos hace falta hablar de su pelea en público con Wade, o las palabras que LeBron le " dedicó el año pasado, tras la primera derrota ante Bulls en los PO pasados: "Spoelstra?. Ya sabes… es mi entrenador, pero no mí amigo. No le obedezco, sino que le escucho y aplico cuando lo creo conveniente los consejos que me da". Spoelstra ha demostrado ser, pese a todo, un buen entrenador, con buenos conceptos estrategias y planes de trabajo, pero no para Miami. Su falta de carácter como antes mencionamos, le ha hecho perder toda ferocidad, si así puede ó debe llamarse, en un vestuario en el que los egos son más grandes que el mismo Empire State. Su cabeza está en juego, y la derrota de Miami en las Finales provocaría su inminente huída de Florida siempre y cuando Orlando no le desee, claro.


 En cualquier caso, nos enfrentamos a una grandísima Final de la NBA, en la que sin duda los dos mejores equipos se baten por la conquista del anillo. Para los Thunder sería el primero, dada la juventud e inexperiencia de la franquicia, y para los Heat es simplemente una obligación, dado el espectáculo montado para reunir a los tres fantásticos de la NBA.

 De lo que no cabe duda es que quién gane la NBA (LeBron ó Durant), se convertirá en el nuevo jefazo de la Liga, ya que ninguno de los dos aún tiene uno. LeBron aún parte con la ventaja de más títulos individuales, dado que lleva más años en la Liga que Durant, y es eso lo que de momento, mantiene a salvo a King James. Pero su reinado puede terminar si Durantula vence estas Finales y consigue el anisado anillo. Todo puede pasar, y desde luego que nada debería de defraudarnos; los dos mejores jugadores se enfrentan a un mismo objetivo: el campeonato de la NBA.

 NBA Playoffs: Where Amazing Happens

by @EduardoEscaf

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